Lo que La Bestia de Gevaudan está haciendo dentro del panorama underground de la música nacional merece más que una revisión superficial. El dueto conformado por Diego Yañez y Alonso Bustamante juega a fundir de manera eficaz sonidos desgarradores y agresivos con bellos pasajes Post Rock. Estampa plasmada en Traidor, primer larga duración de la banda, disco que además de poseer una considerable carga ambiental característica del Post –Metal, cuenta con la colaboración de Eugene S. Robinson de Oxbow en uno de sus temas.
Ad portas del lanzamiento de Haller, nuevo EP de la banda, conversamos en exclusiva con Diego Yañez, quién nos ofreció un paseo por su perspectiva sobre diferentes temas asociados a la música nacional e internacional, composición, influencias; además de compartir cómo fueron los inicios de aquella bestia sedienta de sangre que ya comenzó su violenta cacería.
– Cuéntame, ¿de qué va todo esto?
Explotó en un momento determinado de mi vida, ahí entendí que para allá iba todo. La Bestia de Gevaudan partió cuando yo vivía en Argentina, tenía mucho tiempo libre y quería seguir lo que había hecho con JohnsonOverdrive, mi ex banda. Con Jhonson hicimos un Split. En ese tiempo tenía una interfase chiquita y un Notebook, con eso hice los tres temas de La Bestia de Gevaudan que están en el Split. Eso fue pura experimentación, yo no sabía programar batería. Hice un mapeado de baterías, claro era súper fácil llenar cuadraditos, pero me salieron bateristas de 6 brazos. Después de tres versiones me prometí que esa sería última, creo que quedó mejor.
Volví a Chile, tuve un primer intento por armar la banda. Los temas nunca fueron pensados para tocarlos en vivo, por ende metí todas las hueas que se me ocurrieron, “Diamanda” tiene 3 guitarras, “Cacería” 2 sintes, más samples, etc. De alguna forma tendría que ejecutar eso en vivo sin tener que poner play en un computador. Metí gente, pero no resultó. Soy muy mañoso.
Me compré un controlador midi para los pies y descubrí que podía gatillar secuencias con él, así que empecé a tocar como la Bestia yo sólo, ruteandome a varios amplis y un computador. Toque dos veces así. Fue terrible, a veces estabas tocando y los computadores fallaban. Empecé a armar la banda de nuevo, la cosa iba bien, sonaba bien, hasta que empezamos con los problemas conductuales. En paralelo tenía a Gevaudan con Pancho Prieta y Alonso, quería hacer algo como Neurosis y Tribes of Neurot, los mismos locos pero haciendo cosas distintas; Gevaudan era improvisar con los cabros y La Bestia de Gevaudan era la banda personal.
Un día estaba haciendo un diagrama de pedales y me di cuenta que si se podía hacer con dos nomás, empecé a cachar como dividir la cadena y logré que mi guitarra saliera para todos los amplis y diferenciarlo. Llamé a Alonso y se lo plantee.
El disco estaba grabado hace mucho. Pensaba “para que lo voy a sacar si no lo puedo tocar “, una vez que notamos que podíamos tocarlo en vivo lo lanzamos y comenzamos a tocar.
-Metiéndonos en la percepción que tienes sobre la música y tópicos relacionados ¿Cómo se aplica en ti la pugna entre la música como arte VS la música por entretención?
Sin querer considerarme artista, porque siempre he encontrado que los que dicen “yo soy artista” caen en una pasada a mierda espectacular, lo veo más por la parte artística. No espero que lo escuche mucha gente, me sorprende que le guste a las personas, pero para mí y estoy seguro que para Alonso también, es parte de una catarsis, es algo que tiene que salir. No es algo que busque un fin, no busco público, no busco ganar plata, es algo que tengo que hacer por mí, si le gusta al resto la raja, si no le gusta al resto la raja.
-La palabra ‘banda’ para algunos es vender, para otros expresar ¿Cómo lo ves?
El hacer una banda se trata de generar una instancia donde puedas crear con alguien, crear un concepto, eso da una catarsis colectiva que te lleva a estar más tranquilo contigo mismo. Si haces algo para ser escuchado y aceptado, estás mal, primero tienes que escucharte y aceptarte a ti mismo. Porque si lo ves como reunir a un montón de hueones bonitos que se juntan para generar plata, eso no es una banda, eso es un producto. De ahí sale el fanatismo. El atado del fanatismo en general es que carecen de autocrítica y cuando eso pasa te vuelves una máquina de algo: una máquina de convertir gente a la religión, una máquina de convertir gente al veganismo, una máquina de convertir gente a un partido político, una máquina de convertir gente que escuche Megadeth, y todo lo que esté fuera de eso o ataque eso, es blasfemar.
– Ha pasado que algunas bandas han cesado sus actividades por no tener un circuito musical adecuado ¿Qué tan necesario es tener una escena? ¿Se puede crear una?
Si tu terminas una banda porque no tenías una escena es porque estabas pidiendo demasiado, significa que necesitabas algo de fama y si bien tener feedback positivo es bueno, no puede ser eso lo que te mueva para tocar, no puedes que dejar de tocar porque no le gustaste a nadie, se supone que te tienes que gustar a ti. En nuestro caso, para los locos que tocan Doom somos muy rápidos, para los que tocan Hardcore somos muy lentos y para los que tocan Post Rock somos muy violentos, no obstante me di cuenta que si la música genera algo y tiene pelotas, da lo mismo donde toques, te van a escuchar. No creo que haya que tener una escena, tú te generas la escena.
-¿Qué te parece el panorama musical actual?
En general lo veo como el traje nuevo del emperador, eso siento con la música general. Especialmente con el movimiento Indie Hipster actual. Hay gueas que son terriblemente malas, pero todos dicen que son buenas porque les dijeron que eran buenas, porque les dijeron que tenían que escuchar eso. Es algo que viene retomado de los 80’s pero mal hecho. Ese remake malo afecta absolutamente todo el mundillo musical, Grimes es un ejemplo. Después me voy al otro lado, lo que está pasando con el Metal y claro, ahí están estas bandas nuevas Metalcore. Todo se ve como un producto enchufado por publicistas que dicen “esto es lo que está de moda” y la gente lo agarra. La fórmula de éxito actual es básicamente cortar / pegar partes y hacer de eso una canción, las bandas que hacen cosas que salen desde adentro, como que no pegan tanto. Ahora, está el segmento de la gente más involucrada, no todas las bandas picadas a Hipster son malas y no todo el Metal es malo. Lo que empezó Meshuggah a principios del 2000 es un movimiento un poquito más original.
-… ¿y en Chile?
La escena musical chilena me parece estancadísima, me parece que no hay bandas que estén haciendo cosas realmente nuevas y las que están haciendo cosas “nuevas” están mezclando ingredientes de otras partes que si bien es original, no es real. La otra vez escuché una huea que se llama Bella & Putana, era original, pero es original como si hubieses tomado el bajista de Primus y a una loca que alguna vez escuchó a Diamanda Galas, de eso sale algo que no has escuchado, pero es de la misma manera que sale un sándwich que te quedó malo. Yo creo que la gracia de la música es que se tiene que sentir, tiene que fluir naturalmente, hay cosas que no se sienten naturales. Yéndome fuera de Chile para ejemplificar, salió Palms, que son los locos de Isis con Chino Moreno, a mí no me cuadra porque es como que tuviera los dos por separado, no se siente natural. Lo mismo Audioslave.
En Chile están pegados con las escenas. Me pasó hace tres días, todos subieron hueas de una banda, Declive, escuche pa’ ver porque le daban color y era muy genérica. Me pasó también con Ruinas, cómo no se aburren de hacer la misma música todo el rato. En eso pecan las bandas muy aferradas a una escena, siguen las mismas fórmulas para llegar a cierto nivel de reconocimiento dentro de esa escena y ahí se quedan.
Hay muchos mundillos metidos acá, los mega encasillados en su concepto: metaleros, hardcores, hiphoperos, que ocupan las formulas. Están los que teniendo la técnica forzadamente tratan de hacer algo nuevo y lo que al final hacen es una mezcla que no se diluye, es una mezcla en dónde puedes ver los colores. Están los que no saben que están haciendo y dentro de eso crean un ruido, ese ruido puede tener significado para algún par de personas pero porque lo rebuscaron mucho; y finalmente hay un sector más chico que simplemente va escuchando cosas nuevas, eso lo va adquiriendo como conocimiento y ese conocimiento lo va a lanzando a medida que tiene las herramientas pa’ hacerlo. En el concepto de la música de acá que lo hacen de corazón, antes estaba Negación, ahora están DobleDragón, Mar Dirac, y Déjalo Sangrar.
-Antes habías mencionado al movimiento Hipster chileno, ¿podrías ahondar en eso?
El movimiento Hipster actual en Chile además de mal hecho, responde a un nivel socio económico que no tiene ningún problema con la puta vida y que están cantando puras hueas. Si tú estás tocando en una banda es porque te está pasando algo, algo que expresar y si lo que tú tienes que expresar es “vamos a pasarla bien todo el rato”, es porque no sé en qué mundo culiao estás viviendo.
– Una de las características que me llama la atención de la banda son las improvisaciones en vivo. Este recurso ¿es para todo tipo de música o sólo para algunos determinados? ¿Qué tan bien sirve como ejercicio para generar un fiato en la banda?
Es complejo plantearlo, es complejo llegar a hacerlo, hay dos formas: la forma académica, que es la que usan los jazzistas. Para mí eso es una ejecución matemática, como le puedo decir a otro loco “corramos hasta la plaza”, es un deporte, no es una expresión. La otra forma es compenetrarte con alguien y que con esa persona, conociéndola, puedas saber que está pasando. Con Alonso estamos improvisando en todas las tocatas, porque ya nos conocemos bien, sabemos que seña significa que cosa, como vamos a desarrollar los temas, que cada vez que improvisamos no tenemos algo medianamente preparado, sólo decidimos “más calmado o más fuerte” y ahí nos lanzamos. Claro uno necesita fórmulas, si tienes las herramientas no es malo usarlas. Es como que quisieras expresar algo y no sabes escribir, tienes que tener la herramienta “escritura” para poder impregnarlo, la improvisación para mi tiene que ver con esas dos cosas.
-¿Cómo lo haces con la letra en la improvisación?
La letra es un tema importante, no quiero hablar cualquier cosa, no me nace. Las letras son personales, tan personales que las quiero tener debajo, las quiero gritar pero no sé si quiero que cualquiera lo escuche. Por eso no toco acústico, yo estoy con una guitarra, contando todo lo que me pasa y se lo estoy cantando a 7 hueones pendientes del celular, de la cerveza y… No, no voy a hacer eso, no me voy a prestar para eso. Lo que yo escribo no es algo que para mí no valga o que salga porque sí. A veces a propósito hago que sean medianamente inaudibles porque quiero que sean parte de la música.
Respecto a las improvisaciones, a veces grito o canto algo, tiene que ver con lo que siento en el momento, no es como que yo sea un MC que te pueda tirar una rima enorme, ni un guitarrista virtuoso que pueda tirar 20 escalas en un segundo, pero creo puedo lanzar un par de ideas.
-Y en los temas del disco, ¿que nos podrías hablar de la letra?
En el caso del disco de La Bestia de Gevaudan, la letra es la historia de la leyenda hasta el tema 6, después Eugene Robinson de Oxbow agregó su aporte. El primer tema, Diecisiete Seis Cuatro, son los primeros ataques, Críptido Antropófago es un análisis de que es lo que sienten las bestias antes de atacar, Híbridos es cómo las hienas se desatan, en cómo están ellas dos solas atacando a cosas, Hiena Parda e Hiena Rayada son las descripciones de cada una, El Traidor es casi el final de la historia, cuando las matan con las balas de plata. Al final venía el instrumental, 1767, que es cuando se acaban los ataques, pero después cambio a The March of Beware.
– Fuera de la leyenda en sí, ¿cómo se aplican en ti las influencias?
Todo se puede resumir a experiencia de vida en general. Las influencias son las cosas que te afectan, las cosas que te mueven, visual, artística y físicamente. Tiene que ver con el medio que escogiste para expresarte, todo lo que te afecta de verdad va a terminar ahí. Eso sí, hay que saber filtrar, que de verdad estas expresando algo y no estás diciendo puras hueas.
-¿Algunas palabras finales?
Creo que el análisis general de todo lo que hablamos es que básicamente hay que sincero consigo mismo. A medida que uno es sincero con lo que hace, absorbes, en todos los sentidos, esto también se aplica en la vida. Si no eres sincero probablemente vas a ser un hueón triste, la idea no es ser un engranaje, si quieres ser el engranaje conscientemente y eso te hace feliz bacán, pero el plan es analizar qué es lo que uno quiere y dependiendo de eso tomar las riendas.
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